Si hay algo que nos gusta tanto como un poema o un gato es la música. Creo que no es necesario que lo digamos mucho: la idea de unir el piano de Óscar y los poemas que más nos gustaran es un canto al arte.
Lo que ocurre cuando la poesía, que en esencia ya es música, habla de esta, es que no podemos resistirnos a su encanto. Tampoco uno puede resistirse al encanto de la poesía de Raúl Vacas, que no solo es el autor de poemas que nos gustan mucho, sino un amigo. Cuando hablo de él no puedo cansarme de contar el primer día que lo escuché recitar un verso que decía Tu corazón es un pimiento lleno de tristeza. Ahí descubrí que la alcachofa de la metáfora de Benedetti sobre el corazón se hacía más grande, y que Raúl Vacas era un poeta experimentador, y que ya nada podría separarme de su obra, porque una de sus metáforas se me había quedado muy dentro.
Con el tiempo seguí leyendo a Raúl Vacas, y lo seguí releyendo. E invité a mis alumnos a que leyeran su poesía, a que jugaran con sus versos y a que ellos también manosearan la poesía, le dieran forma con sus manos, sus ojos y su corazón.
Y desde entonces estamos unidos por la experimentación, los adolescentes y la poesía.
El poema de hoy habla de la música y es alegre, juguetón, tiene referencias y nos hace una buena descripción de la orquesta. ¿Alguien da más? En un tiempo en el que la creatividad, la música y la poesía dejaron de estar en la palestra, Raúl Vacas las puso en el centro de su poemario Esto y ESO y nos ayudó a volver a meterlas en la escuela.
LA BATUTA
e inicia el director el movimiento,
llora un violín con lánguido lamento
la triste melodía que ejecuta.
Un violonchelo adulto le disputa
al xilófono la gloria de un momento,
la flauta travesera toma aliento
y el arpa, allá en lo oscuro, ni se inmuta.
La sinfonía inunda los sentidos
del público que sueña, siente y calla
y afina su emoción y sus latidos.
Y la batuta rasga, ordena, estalla
cuando los músicos más atrevidos
se besan con amor brujo de Falla.
Raúl Vacas es un poeta y un trovador. Va de recital en recital con un megáfono y recita sus poemas como quien grita consignas. Es un poeta que experimenta y juega con su literatura y está comprometido en la defensa de los derechos humanos de todas las personas. Raúl Vacas da abrazos que en sí mismo son un poema. Y da cursos de literatura y abre su casa al encuentro creativo de todo tipo de personas. Raúl Vacas es una de esas personas de las que uno puede presumir ser su amigo.
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