Hemos tenido experiencias muy distintas con nuestros respectivos padres. Pero hay un pensamiento que compartimos: la importancia de un padre que permanezca, que acompañe, que, pase lo que pase, siempre esté ahí para nosotros. Es un privilegio poder hoy dedicar este poema a todos los padres, con un pensamiento especial para los que están.
Para los padres que permanecen, que se esfuerzan
en ser cada día la palabra contra la indiferencia,
para los que dialogan, abren las manos
y acogen en ellas las risas y los llantos,
para los que besan, los que acarician,
los que no se avergüenzan de la ternura,
para los que enseñan porque aman aprender,
para los que aprenden porque aman enseñar,
para los que se equivocan y se caen
y se obstinan en levantarse de nuevo,
para los que viven en hospitales,
para los que han sufrido la amputación
innombrable de perder un hijo
y han sabido resistir para contarlo,
para los que ya nunca duermen toda la noche,
para los que han viajado y viajarán
por todos los infiernos que caben en un paraíso,
para los que aprenden una nueva forma de querer,
para los intrépidos, los pacientes, los flexibles,
para los que se rompen y no olvidan
la necesidad de reconstruirse,
para los que se apagaron y cuya memoria
sigue latiendo en los que nunca podrán olvidarles,
para los padres que permanecen,
para los que están,
para los que no pudieron quedarse,
para los que son,
día tras día,
lo contrario del silencio.
Óscar Sancho no solo es pianista y librero, también escribe poesía. Es un poeta del día a día y emplea la sensibilidad para hacer bocetos de la realidad que traduce en versos y estrofas. Como este poema sobre los padres que permanecen. En este poema homenaje a los padres, dibuja un catálogo de todos los padres que uno desearía tener y con los que, quizás, él se haya cruzado a lo largo de su vida. Padres como los de este poema son los que nos hacen sentirnos orgullosos de ser hijos e hijas y los que dan el cariño y la fuerza para celebrar este día.
Bellísimo Oscar ,patricia gracias!!
ResponderEliminarComo siempre...un placer oiros...
ResponderEliminarComo siempre...un placer oiros...
ResponderEliminar¡Bellísimo!
ResponderEliminarBenditos sean los padres que permanecen...
ResponderEliminarLos que, pudiendo, no lo hicieron, dejaron al marchar su propia vida prendida en vuestro ayer de nata y risas, ausente de vuestro hoy de roble y sueños, carente de la paz de un buen mañana que devolviera a plazos la esperanza. A falta de ellos, nos llevamos las madres ración doble, de angustias y de mimos, de luchas y de triunfos, de anhelos y contentos que nos volvieron barca y capitán, pero ensancharon tanto nuestro abrazo, que en él se diliyeron vuestros miedos, ...y eso nos basta.