sábado, 12 de marzo de 2016

BESOS


Nos gusta besar(nos). Si hiciéramos un recuento de los besos que nos damos cada día, no daríamos abasto. El beso es un gesto de cariño, de delicadeza, de cercanía y de amor. Hay que reivindicar el beso como fuente de energía, como fuente de luz, de calidez y de belleza. Besar es uno de los actos más fascinantes que existen. ¡¡Y es gratis!!

Y también nos gustan las poetas. También reivindicamos la poesía escrita por mujeres y más si son de la calidad literaria de Gabriela Mistral.
Lo mejor es cuando se combinan besos y poetas. Es la forma más sencilla de hacer nuestros sábados un lugar perfecto en el que quedarse a vivir (al menos unas horas).



BESOS

Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria. 

Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos. 

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos. 

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado. 

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos. 

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjuros. 

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien, son besos míos 
inventados por mí, para tu boca. 

Besos de llama que en rastro impreso 
llevan los surcos de un amor vedado, 
besos de tempestad, salvajes besos 
que solo nuestros labios han probado. 

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible; 
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos 
y en los espasmos de emoción terrible, 
llenáronse de lágrimas tus ojos. 

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso 
te vi celoso imaginando agravios, 
te suspendí en mis brazos... vibró un beso, 
y qué viste después...? Sangre en mis labios. 

Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.



Siempre se la ve sonriendo, a Gabriela Mistral (1889-1957). Busco fotos en internet y me la encuentro en casi todas así, con una sonrisa abierta, medio guasona, como si se estuviera riendo de algún chiste o planeando alguna travesura ingeniosa. Poeta chilena, diplomática en la Sociedad de Naciones en los años veinte, siempre entrando y saliendo de su país, donde era una figura pública conocidísima, Gabriela Mistral fue la primera mujer latinoamericana en obtener el premio Nobel de literatura (1945). La Academia Sueca destacó que, a través de una literatura de las emociones, su obra reflejaba como ninguna "las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano". Nada más y nada menos.

Joven de verde, Tamara de Lempicka (1898.1980)



2 comentarios:

  1. ...Y sólo nosotros sabemos de nuestros besos compartidos...

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  2. ...Y sólo nosotros sabemos de nuestros besos compartidos...

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